sobre mi

Desde muy pequeña recuerdo que me gustaba observar a la gente, desde su ropa y gestos hasta su forma de hablar. Enseguida detectaba lo que me gustaba y lo que no. Jugaba a imaginarme como mejorar su imagen, unas veces pensaba en su ropa, peinado, accesorios y otras, en su forma de actuar.

Al escuchar la palabra imagen solemos pensar en estilo, ropa y peinado. Nada más lejos de la realidad, pero no podemos olvidarnos de la personalidad. Tu imagen eres tú con tu físico junto con tu personalidad y entorno.

Según he ido creciendo he aprendido a pulir mi estilo siempre conforme a mi personalidad y con el máximo respeto hacia mi misma. Esto puede parecer muy sencillo pero no lo es. Actualmente recibimos demasiados estímulos externos a través de publicidad, redes sociales, incluso nuestro propio entorno que nos hace dudar y nos lleva a una marea de moda y hacia ninguna parte.

Durante muchos años mi familia y amigos me han llamado en puntos claves en su vida para que les asesorara. Eventos especiales a los que tenían que asistir, celebraciones familiares, fiestas especiales, networking, eventos y entrevistas de trabajo, etc.

A todo el mundo nos gusta causar buena impresión y muchas veces no hay segundas oportunidades, ahí empiezan un montón de preguntas.

La imagen que proyectamos es tan importante que abarca nuestra vida personal y profesional. Conocer y manejar nuestra imagen para conseguir nuestros objetivos es fundamental al enfrentarnos a cualquier proyecto. Porque cuando algo funciona no es por casualidad, desde cómo me visto para un evento especial, una entrevista de trabajo, hasta la imagen de marca que quiero transmitir a través de mi negocio para alcanzar mis objetivos.

He disfrutado y disfruto muchísimo estudiando cada caso personal y ayudando a conseguir la mejor versión personal y profesional de cada persona y proyecto, así que, en el año 2021 decidí profesionalizarlo estudiando asesoría de imagen, una maravillosa experiencia y un gran valor añadido a mi forma de ver la imagen.